En cuanto enfermedad crónica, la drogadicción puede abordarse con
diversos tratamientos que, si bien no siempre alcanzan el éxito, sí lo hacen en
un alto porcentaje de casos, al igual que en otras enfermedades de ese tipo.
Sin embargo, el mismo carácter crónico de la enfermedad hace muy probables las
recaídas, como también ocurre en otras patologías como la diabetes, el asma o
la hipertensión. Hay que tener en cuenta que el tratamiento de la drogadicción
como enfermedad crónica implica cambios en comportamientos muy arraigados, por
lo que el mero hecho de una recaída no significa que el tratamiento haya
fracasado.
Las
tasas de recaída para las personas tratadas por abuso de sustancias se comparan
con las de las personas con diabetes, hipertensión o asma. Las recaídas son
comunes y similares en todas estas enfermedades (como es la adherencia/no
adherencia de la medicación). Por lo tanto, la drogadicción debe tratarse como
cualquier otra enfermedad crónica; la recaída sirve como disparador para una
nueva intervención.
Mi fuente es esta: http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-el-comportamiento-la-ciencia-de-la-adiccion/tratamiento-y-recuperacion,
que se apoya a su vez en McLellan, A. T.; Lewis, D. C.; O’Brien, C. P. y Kleber,
H. D. (2000), “Drug dependence, a chronic medical illness: implications for
treatment, insurance, and outcomes evaluation”, The Journal of the American
Medical Association (JAMA), 284(13): 1689-95.
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