La celiaquía es una enfermedad autoinmune que causa
una intolerancia al gluten, una proteína que se encuentra en varios tipos de
cereales, como el trigo, el centeno, la cebada y la avena, si esta no se
produce separada de las otras.
Consumir gluten a una persona celíaca le causa un
daño en las células del revestimiento intestinal. Esta intolerancia puede
provocar síntomas de estreñimiento, diarrea, vómitos, cansancio extremo, dolores
articulares, cambios de humor, hinchazón abdominal, congestión y migrañas. A
largo plazo puede contribuir en desarrollar una intolerancia a lactosa, una
enfermedad inflamatoria intestinal o un cáncer intestinal. Muchas veces, las personas que la sufren no reconocen los síntomas ya que pueden ser confusos y se equivoca del diagnóstico, por lo que hay muchos celíacos que desconocen su enfermedad.
Esta enfermedad tiene un factor hereditario pero
puede aparecer a cualquiera edad por causas ambientales y exposición al gluten,
el cual es necesario para poder desarrollarse la misma.
El único tratamiento para una persona celíaca es
seguir una dieta estricta sin gluten para la vida. Esta puede resultar más cara
que una dieta normal con gluten pero se puede reducir los gastos con la comida
casera. En algunos países hay ayuda económica para los celíacos con el fin de
poder realizar una dieta variada y equilibrada a pesar de la intolerancia.
Es una enfermedad cada vez más común y puede indicar
que la dieta con mucho pan y cereales o mucho trigo, no es la adecuada para mantener un cuerpo sano
y equilibrado.
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