Se divide en dos grupos: el hierro hémico y el hierro no hémico, de los cuales el hémico es de origen animal y se absorbe en un 20 a 30 % y el llamado hierro no hémico es de origen vegetal y se absorbe en un 3 a 8 %. El hierro hémico se encuentra especialmente en las carnes rojas, en el pescado azul, en el pollo y el pavo y el hierro no hémico en las verduras de color verde oscuro, las legumbres y los frutos secos.
La insuficiencia de hierro es según la OMS (la Organización Mundial de la Salud) el primer desorden nutricional en el mundo. La consecuencia directa de la falta de hierro es anemia, una condición caracterizada por cansancio, palidez, debilidad, taquicardia, dolores de cabeza, falta de concentración y dificultad para mantener la temperatura corporal.

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