Este tipo de terapias se utilizan con frecuencia
y algunas veces en combinación con otras. Se enfocan desde varias vertientes con
la particularidad de que suelen comenzar con una pregunta muy simple: ¿por qué
quiere dejar de fumar?
Tendremos en cuenta que
existe una adicción física causada por la nicotina. Estas terapias intentarán
reforzar el aspecto más débil del paciente, sobre todo en situaciones de
estrés, fiestas, noticias desagradables, en fin las que no forman parte, por
decirlo de alguna manera, de un día normal.
Siempre destacarán los
beneficios obtenidos, desde reducir la cantidad de cigarrillos, pensar en el
día a día, pero también haciendo ver cuáles son los errores cometidos.
Se suelen necesitar en
casos en los que la ganancia de peso se acentúa; esto es debido a dos causas:
1. Aumenta de peso unos dos o tres quilos, ya que nuestro ritmo
metabólico se normaliza puesto que la nicotina ayuda a quemar más rápido las
calorías.
2. Aumenta
bastante el peso puesto que utiliza la comida con vía de escape para quemar la
ansiedad.
La solución pasa por
reducir las cantidades ingeridas en el caso de que sean en exceso, hacer deporte,
una dieta adecuada y lo más importante resaltar que se encontrará más sano
aunque probablemente un poco más grueso.
Será relevante hacerle ver al fumador la
diferencia que hay entre caída y recaída. La caída será fumar un cigarro en una
situación especial por ejemplo una fiesta y la recaída será volver a fumar
habitualmente. Darle a entender que la caída ha sido un error pero que la cosa
va mejor que antes. Se considerarán finalizadas alrededor del año.
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