domingo, 23 de noviembre de 2014

Un poco de historia...

En la prehistoria, el descubrimiento de las bebidas alcohólicas fue casual, al asociarse la recolección de fruta y su fermentación con los efectos euforizantes de su ingesta. Surgieron así bebidas como el aguamiel o hidromiel, que se utilizaría también como alimento o instrumento chamánico. Más tarde, en la antigüedad greco-latina, la importancia del vino fue tal que a él se consagró el dios Dionisos o Baco, al cual se veneraba con las célebres bacanales romanas.

Fuente: Pascual Pastor, F. (2007), “Aspectos antropológicos del consumo de bebidas alcohólicas en las culturas mediterráneas”, Salud y drogas, vol. 7, núm. 2, pp. 249-262. Disponible en internet:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83970203

La bacanal de los andrios (Tiziano)


http://www.cosimodemonroy.com/wp-content/uploads/2013/01/Bacanal-de-los-Andrios-Tiziano.jpg


En nuestra cultura, este dios del vino ha llegado incluso a simbolizar “lo impulsivo, lo excesivo, lo desbordante, la afirmación de la vida, el erotismo y la orgía como culminación de este afán de vivir”. Así nos lo presenta el filósofo Nietzsche, que lo contrapone al dios Apolo, representación de “la serenidad, claridad, la medida y el racionalismo”.

http://www.filosofia.net/materiales/filosofos/nietzsche/pensa.htm#2

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