En el siglo XIX las sustancias que más se consumían en España eran el
alcohol y el tabaco, pero también otras como la morfina, la cocaína o los barbitúricos,
sintetizadas en laboratorios químicos o a partir del opio y la coca.
Estas sustancias se empleaban en un principio para usos médicos y apenas
se tuvo en cuenta su capacidad adictiva. Tanto su venta (farmacias,
herboristerías, droguerías…) como su consumo se fueron extendiendo sin
prácticamente ningún control hasta casi mediado el siglo XX. Es entonces cuando
se empieza a tomar conciencia de los graves efectos de un consumo abusivo y de
la falta de previsión de los recursos asistenciales necesarios para atender a
los drogodependientes.
Fuente: Torres Hernández, M. A. (coord.) (2009), Historia de las
adicciones en la España contemporánea, Barcelona: Socidrogalcohol. Disponible
en Internet:
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